MADRE
PAULA MONTAL ALMA GRANDE
En
Arenys de Mar, villa marinera otrora importante puerto del Mediterráneo,
reclinada en las últimas estribaciones de la montaña, nació
Paula Montal Fornés un 11 de octubre de 1799.
Sus padres Ramón Montal y Vicenta Fornés, su segunda esposa
está enriqueciendo la familia con cinco hijos. Paula llegó
la primera y murió la última. Quedó situada en el
punto medio del hogar complejo de doce hijos, siete del primer matrimonio
y cinco del segundo .
INFANCIA
DIFÍCIL
A
los nueve años, su padre decide separar el hogar. Los hijos del
primer matrimonio se quedan en la casa paterna con la abuela. El matrimonio
Montal - Fornés y sus hijos se trasladan al taller de cordelería
que regentaba su padre.
LOS
PADRES
Ramón
Montal, maestro cordelero, pertenece a una familia encariñada con
los gustos marineros; su taller está en total relación con
el mundo del mar.
Vicenta Fornés, su segunda esposa, es una mujer fuerte y enérgica
que entendía muy bien la difícil situación de la
familia.
DURA
EXPERIENCIA
A
los diez años, Paula siente el duro golpe de la muerte de su padre;
como hermana mayor, aprende junto a su madre, a trabajar y sentirse responsable.
Afronta el dolor de la ausencia del cabeza de familia y unida a su madre
hacen frente a las necesidades del hogar. Estas circunstancias le han
hecho madurar. A los once años es una mujer de carácter
abierto, responsable y tenaz.
ESPAÑA
SUFRE
Circunstancias
políticas cambiaron la paz de la nación y el rumbo del hogar.
El puerto de Arenys de Mar mantiene sus barcos anclados e inactivos los
astilleros. Las fábricas han parado y la miseria va corriendo por
la zona del Maresme.
Desde 1808 a 1814 viven la tragedia de la invasión de ejércitos
franceses. Los habitantes de Arenys ven a los invasores entrar y salir
repetidamente y sufren en propia carne las heridas del saqueo y del pillaje.
HIJA DE LA IGLESIA
La
educación de Paula es cristiana, tradicional y sencilla, recibida
en el propio hogar y afianzada por la enseñanza doctrinal recibida
en la Parroquia.
Sabemos que fue bautizada el mismo día de su nacimiento; que a
los tres años recibió la Confirmación y aproximadamente
a los doce participó en la Eucaristía.
Fue auxiliar del Párroco como catequista en sus años juveniles
y organizaba actividades para los pequeños.
Merece especial mención la Parroquia de Arenys de Mar y en ella,
la maravilla del retablo mayor, uno de los mejores exponentes del barroco
policromado de Cataluña. Ante él se concentraría
en oración Madre Paula y en oración sentiría la certeza
de encontrar la forma de servir al Señor. Entretanto iba madurando
su proyecto. La hora llegará, ella lo sabe. Sus oídos acostumbrados
a las sirenas que anunciaban la botadura de nuevos veleros esperaban y
sabían que también para ella, el Señor daría
la señal de partida.
PLASMACIÓN
DE UN PROYECTO
El
ideal de Paula iba madurando. Pasada ya buena parte de su juventud, sentía
con más intensidad especial inclinación a comunicarse con
los pequeños; encontraba siempre la forma sencilla de atraerlos.
Asomaba en Paula de forma evidente su vocación.
Un día le preguntarían: ¿ Qué se proponía
usted desde el comienzo?. Y ella dirá: "Salvar las familias
enseñando a las niñas el santo temor de Dios".
SU
LEMA
"Salvar
las familias".
La experiencia de haber tenido un hogar complejo, una niñez difícil,
ser testigo del buen hacer de unos padres cristianos, sobre todo, de una
madre que, puesta en el timón de la familia, la hizo llegar a buen
puerto.
Lógicamente el bien que recibió de tal situación,
lo deseaba para las niñas, futuras esposas y madres ."Enseñando
a las niñas". En primer lugar las de Arenys, faltas de
conocimientos básicos de los cuales no carecían los niños
. Así iniciaba a las niñas en los primeros elementos de
lectura, escritura y en los secretos de las blondas de lo que era ella
consumada artista.
"El
Temor de Dios". Temor que es amor reverente y principio de la
sabiduría.
El
lema estaba concebido. La Providencia le ofrecería las mediaciones
INICIA LA SINGLADURA
Entre
sus amigas tenía Paula dos íntimas: Inés Busquets,
un año mayor que Paula, tímida y fiel a su amistad incondicional.
Felicia Clavell, algo más joven, sigue al fin a Paula ¿dónde?.
En Figueras, población al norte de Cataluña, hoy capital
del Ampurdán.
Las tres pondrían en común sus ilusiones. La complementariedad
de los tres caracteres darían luz suficiente para descubrir que
en la oración habían de encontrar el modo de llevar a cabo
su empeño.
Es posible que un Padre Capuchino conocido por Paula y trasladado de Arenys
a Figueras determinara la ida a aquella ciudad. Estaba plasmado el designio
de Dios que eligió a Paula como instrumento para llevarlo a buen
término.
Han pasado los primeros treinta años de Paula. Se ha forjado su
personalidad, ha cristalizado en ella el amor a la niñez, especialmente
pobre y desvalida para hacer de las niñas verdaderas cristianas.
EN
MARCHA
Era
el año 1829. Dejaba su pueblo en plena juventud. Su madre viuda
desde muchos años, vivía una vejez honorable. Todo el entorno
tiraba de su corazón. Paula e Inés partieron a Figueras
con los medios más económicos.
Adiós a aquel mar que las al pueblo que la vio nacer, a su madre
con la que tanto se había identificado. Pero la voz de Dios es
imperiosa y había sonado para ella .
Llegan a Figueras, repasan su equipaje: un pequeño hatillo de modestos
vestidos y ... cuarenta reales. Y para poner en marcha su obra: unos pocos
recursos de instrucción , grandes deseos de trabajar, y una gran
esperanza que no permitía desfallecer.
El acontecer diario iba precedido de la provisionalidad que es seguridad
en Aquel que guiaba sus pasos.
El párroco de Figueras les ha puesto la primera objeción
en cuanto a los medios precarios con que cuentan. Ellas no se arredran
y persisten en su intento.
PRIMERA ESCUELA
Abren
la primera escuela en una casita que es un reducido espacio en el que
falta todo lo accidental, pero lo esencial sí lo tienen. Las niñas
van llegando, el entusiasmo también y los conocimientos a los que
no tenían acceso.
Las atenciones que reciben las niñas de sus maestras, la dedicación
total de su tiempo y el amor con que las acogen influye en que la obra
sea conocida.
En torno a las fiestas de Navidad, se les une Felicia Clavell la amiga
de Arenys.
Las tres jóvenes para no ser objeto de la agresividad que imperaba,
decidieron regresar a Arenys; pero volverán.
DE
NUEVO EN EL AMPURDÁN
El
colegio de Figueras abrirá de nuevo sus puertas en diciembre de
1832. Aumentó el número de alumnas y pasan a otra casa más
capaz.
Paula permanece en Figueras hasta 1842. La situación política
se agrava y tiene repercusiones contra la Iglesia. No parecen circunstancias
oportunas para estrenar un Instituto Religioso. Pero es ahora cuando Paula
expresa el deseo de ser una verdadera Escolapia .
LA
FAMILIA CRECE
A
las tres jóvenes se les une Francisca de Domingo, cautivada por
el atractivo espiritual del grupo y por la misión que realizan.
En 1841 se une al grupo Margarita Molinet. Paula piensa en una nueva fundación.
La situación precaria de las niñas, su escasa o nula formación
la llevan de nuevo a su villa natal. Volvía a Are-nys a abrir las
puertas de su escuela. Se acortarían las distancias de formación
entre niños y niñas, porque Paula valora la dignidad de
la mujer.
Es una adelantada de los tiempos modernos.
NUEVOS
HORIZONTES
La
vuelta a Arenys las puso en contacto con los Padres Escolapios de Mataró
que visitaron el Colegio y les convenció lo que vieron y oyeron.
Allí les aconsejaron ir a Sabadell donde encontrarían al
Padre Agustín Casanovas.
Se dirigen a dicha ciudad el 24 de septiembre de 1846 donde viven la experiencia
de auténtica pobreza, conocen la Orden de las Escuelas Pías
y la admiración por su Fundador San José de Calasanz. Había
sonado la hora de la Escuela Pía Femenina.
La Fundadora, presente, José de Calasanz a distancia de tres siglos,
pero los dos unidos por el mismo carisma.
RELIGIOSAS ESCOLAPIAS
El
Padre Agustín Casanovas, les enviará una Carta de Hermandad
y una síntesis de sus Constituciones.
La Congregación Escolapia tomó forma en Sabadell bajo la
dirección del Padre Casanovas.
En la fiesta de la Purificación de María en 1847 hacen su
Profesión Religiosa Madre Paula Montal y sus tres primeras compañeras
. Recibe los Votos de la Fundadora el Padre Agustín y de las otras
tres Madre Paula. La firma de ésta aparece en cada uno de los documentos.
¿POR
QUÉ ?
Sigue
el proceso de asimilación escolapia. El Padre Comisario Apostólico
en carta de 18 de diciembre de 1846 había expuesto la necesidad
de reconocer a una de las cuatro Profesas como Superiora. "Esta debiera
ser la primera a quien Dios inspiró tan santo pensamiento"
Con lógica humana el cargo debería ejercerlo Madre Paula;
sin embargo se propuso fuera por votación y fue elegida Superiora
General Madre Felicia Clavell, el 11 de Marzo de 1847.
"Si el grano de trigo no muere..." Madre Paula aceptó
el morir y recibió el golpe con serenidad.
UN
DOLOR Y UN GOZO
El
17 de septiembre de 1848, moría cristianamente en Arenys de Mar
Vicenta Fornés viuda de Montal. Tenía setenta y cinco años.
Paula acudíó para asistirla y testimoniarle su amor de hija.
Un gozo para la Congregación fueron los años 1849 a 1859,
años que giran en torno a su Fundadora.
El 20 de junio se abre el Colegio de Igualada. Madre Paula, por un tiempo
se queda al frente. Al año, en la comarca tarraconense, se abrió
el Colegio de Vendrell el 3 de diciembre de 1850.
Y de nuevo el mar a la vista. En la primavera de 1852 en Masnou les espera
otra fundación.
El dinamismo de Madre Paula, la agilidad al simple gesto de obediencia
la hace incansable en su actitud de servicio.
MAESTRA
DE NOVICIAS
Siguen
aumentando las vocaciones. Es necesario determinar la casa noviciado y
elegir Maestra de Novicias.
La elección de tal cargo tiene el valor de un símbolo. Por
eso se ha pensado en Madre Paula Montal. Ha cesado de organizar nuevas
fundaciones para dedicarse a la formación de futuras escolapias.
La casa de Sabadell fue elegida para Noviciado.
CONTINUA
LA EXPANSIÓN
No
es Madre Paula personalmente la que busca nuevos caminos pero si es ella
que los impulsa con la oración.
En marzo de 1853 se abre el Colegio de Gerona. En febrero de 1854 en Blanes.
En Barcelona en 1857 y en este mismo año en Sóller Mallorca.
Todo marcha a buen pulso pero... de nuevo el dolor.
EL
DIRECTOR
El
Padre Agustín Casanovas, prudente consejero de la naciente Congregación,
de forma inesperada, es exonerado de su cargo por el Obispo de Barcelona.
La retirada del Padre Agustín dolió profundamente a Madre
Paula. Sólo mirando a San José de Calasanz se serenaba y
repetía "Dejemos obrar a Dios".
Llegó el consuelo para ella y las Religiosas por el Breve de Aprobación
por Su Santidad Pío IX el 9 de mayo de 1860.
Entre tanto se esperaba la aprobación de las Constituciones y llegó
en 1870.
LA
ULTIMA FUNDACIÓN DE MADRE PAULA
Madre
Paula sigue trabajando en Sabadell en la formación de las novicias.
Su actividad marcó el momento de mayor fecundidad en las promociones
de nuevas Escolapias. Antes de finalizar el año de 1859 recibió
el encargo de la que sería su última fundación, la
más humilde y la más gloriosa.
OLESA
DE MONTSERRAT
Población
situada en la falda de la montaña más venerada de Cataluña.
Deja en Sabadell a sus Novicias. La obediencia supera resistencias afectivas.
Quiere mirar y ve la Luz que ilumina su nueva andadura.
La fundación de Olesa y el nombramiento de Superiora de la casa,
la sitúan al margen de todo. Olesa no era población de paso
ni bien comunicada.
No se aísla. sino que se solidariza por la fuerza del amor. Al
tratarse de un colegio pequeño Madre Paula fue una profesora más,
cercana a las niñas a las que trataba cariñosamente. Se
encargó de la clase de bolillos y consiguió auténticas
artistas de encajes y blondas.
ÚLTIMA
ETAPA DE SU VIDA
Habían
pasado sesenta años: los treinta primeros en su villa natal; los
treinta siguientes poniendo por obra el proceso en busca del camino que
entroncó con Calasanz.
Comienzan ahora los últimos años de su vida, ocultos, pero
no menos fecundos. En Olesa podía ejercer su misión especial
entre las niñas pobres. En la oración encontraba la fuerza
y solaz para su espíritu.
Mientras ella sigue en Olesa, los ecos de nuevas fundaciones llegan a
Madre Paula, casi nunca por vía directa.
Es sensible a cuanto acontece en el Instituto por ella fundado y en su
alma repercuten aciertos y fracasos.
En 1862, un barrio obrero de Barcelona recibe al grupo de religiosas para
la fundación del colegio de San Martín de Provençals
. Muy pronto se traslada allí el Noviciado de Sabadell.
El Director General, Padre Agustín Casanovas, había preparado
en su tiempo, una fundación en Madrid, era el año 1863.
Un colegio patrocinado por la Reina Isabel II; en la fundación
intervino San Antonio María Claret.
La Congregación había alcanzado la capital de España,
y ella, la Fundadora, seguía callada en Olesa.
En los últimos años de Madre Paula, todavía nuevas
fundaciones: Alcíra, Bujalance, Villanueva y Geltrú, Zaragoza
y un año antes de su muerte la fundación en Córdoba,
Santa Victoria; era el año 1888.
NOMBRAMIENTOS
Retrocedemos
unos años, Madre Felicia Clavell, víctima de grave enfermedad
muere el 18 de marzo de 1874. Debía cubrirse cuanto antes el cargo
de Consejera General. El 15 de agosto, después de ca si cinco meses
se nombra a Madre Paula Consultora General. El nombramiento le trajo bastantes
sufrimientos, viajes cuando era llamada y mucha oración y prudente
silencio.
La Congregación debía dividirse en Provincias. Urgía
proceder al nombramiento de Superiora Provincial para Cataluña
y Castilla; éste recayó en Madre Asunción Ramón,
aventajada novicia de Madre Paula.
Después de demorado el nombramiento de Superiora Provincial de
Cataluña, por fin la nueva responsabilidad recayó en Madre
Paula. En el nombramiento va implícita una declaración:
Fue Usted la iniciadora de nuestra Congregación. El documento lleva
fecha l4 de septiembre de 1874.
El nombramiento de Provincial de Cataluña para Madre Paula tiene
un tope: hasta el próximo Capítulo General. Y llega el Capítulo..
Por sus actas y con dolorosa extrañeza , vemos que para la Fundadora
no hubo sin un solo voto, ¿por qué?. No hay respuesta para
tanto interrogante. Madre Paula quería la unión y la paz
a toda costa. Libre de todo cargo continúa al frente de la Comunidad
hasta 1883.
COMIENZA
LA ASCENSIÓN
Tiene la Madre ochenta y cuatro años, la vista muy cansada, llagas
en las piernas y el peso de la edad.
Está subiendo hacia la plenitud. Hace lo de siempre, acude a las
clases, logra perdón para las niñas castigadas, firma vales
para que compren alimentos básicos las familias con escasos recursos.
Dios está en el fondo de su hacer y esto lo advierten cuantos están
a su alrededor. Se hace cercana a las niñas y éstas intuyen
el amor con que son acogidas.
Los médicos que han estudiado sus restos atestiguan que sus manos
estuvieron en movimiento muchos años trenzando incansablemente
las filigranas de encajes, haciendo bailar los bolillos entre sus dedos.
UN
CREPÚSCULO LUMINOSO
Ya
el corazón de la Madre había logrado sus grandes anhelos:
fundaciones en diversos lugares de España, aprobadas las Constituciones
por el Papa León XIII con carácter definitivo.
Ya podía entonar el "Nunc dimittis" para eso había
vivido y sufrido.
Cuenta Madre Paula casi noventa años; esta es la razón que
hace prever que su quebrantada salud no va a recuperarse. No obstante
ha seguido casi totalmente el ritmo de la Comunidad.
La Madre General está al corriente de la dolencia que aqueja a
la Madre Fundadora, pero nadie viene a visitarla.
Ella supera todo criterio humano; está cara a Dios y esto da dimensión
divina a cuanto acontece.
Expresa un deseo: despedirse de las niñas. De dos en dos pueden
entrar las mayores a darle su última despedida.
"Adiós, hijas mías. Ya no bajaré a las clases
... Acordaos de cuanto os decía Hasta el Cielo"
Las niñas impresionadas, besaban su mano y en el beso había
amor y veneración. La quieren y la veneran.
HASTA
EL CIELO
La
vida de Madre Paula se va apagando, como lo hace al atardecer el crepúsculo
vespertino. El sol tramonta la montaña de Montserrat.
En el Monasterio Benedictino resuena el solemne canto de Vísperas.
Las niñas abandonan el Colegio. Las Religiosas de la Comunidad
hacen visitas rápidas a la celda de la Madre.
Se le acaba la vida y aún le crece el amor.
Es el veintiséis de febrero de 1889
El capellán de la casa ha ido a visitar a la Madre. Hoy la ha visto
más grave y le ha prometido otra visita.
La Hermana Asunción, enfermera, se ha detenido en el dintel de
su celda. La Madre, incorporada, alzados sus brazos, fija su mirada en
un punto que ella sólo capta y pronuncia con voz clara:"¡Madre,
Madre mía!"
En
un segundo han caído sus brazos. Madre Paula ha llegado al Puerto.
María
Isabel Estarellas, Sch.P
Del
granado de M. Paula. Olesa. |